BUENOS AIRES.- Boca hizo tres goles, pero sus hinchas tienen pocos motivos para festejar. El equipo no encuentra la brújula y hace rato que perdió el rumbo. El encuentro contra Tigre, jugado en La Bombonera fue intenso, con muchos errores pero atractivo. El marcador, 3 a 3, demuestra por sí solo lo interesante del juego pero que terminó con un sabor amargo tanto para el local, que sumó una nueva frustración en su casa, como para el visitante, que no supo cerrar lo que parecía una victoria asegurada en varios pasajes del cotejo.

Tigre, que tuvo ventajas de 2 a 0 y 3 a 2, fue el más coherente y mejor fundamentado. Tuvo, además, la presencia goleadora de Denis Stracqualursi, figura y autor de las tres conquistas, pero le faltó seguridad para cerrar el partido.

Boca volvió a ser un equipo caótico, muy permeable en defensa y sin ideas en ataque. Para llegar al empate se apoyó en las apariciones de Juan Román Riquelme, autor del segundo gol un par de minutos después del descuento de Nicolás Colazo, y en el crecimiento individual de Clemente Rodríguez, vital para que el local no consumara una nueva derrota en La Bombonera. El carrilero fue autor de la igualdad definitiva cuando avanzó sin oposición y desde fuera del área sacó un derechazo al ángulo, que venció a Islas.

Al salir del vestuario, Julio César Falcioni reconoció que Boca no jugó un buen partido pero resaltó que tuvo personalidad. "El equipo se encontró en desventaja, pero ante la adversidad reaccionó con agresividad", señaló el técnico. (Especial-DyN)